En los años 50s y 60s cuando Venezuela no era conocida o reconocida sino por su petroleo y la belleza no era algo de lo cual poder hacer gala, salvo el destacado triunfo de la siempre bella y elegante Susana Duijm en el Miss Mundo de 1955, Venezuela era un país reconocido en gran parte de España, Francia, México y toda Iberoamerica. Y esto gracias a las proezas que un joven de piel oscura, de mediana estatura y de apariencia poco altiva sino mas bien humilde, con una figura mas bien delgada y de aparente debilidad, un joven del pueblo simple sencillo, pero con mucho valor y sobradas agallas, un joven que como muchos venezolanos de la época del 50 y los 60 a duras penas fue tras sus sueños y logro lo que muy pocos en tantos años jamas habían logrado. Venezuela en esos tiempos aun bajo la éjida gomecista y aun sin divisar un adelanto en lo deportivo o en lo político, tras los fallidos intentos de pertenecer al mundo democrático moderno, el país solo podía ofrecer los muy pocos espectáculos que en esos tiempos, brindaban sano esparcimiento y que a su vez otorgaban a los venezolanos un sentir de patria, gracias a esas acciones que muy pocos pudieron acometer para dejar en alto el nombre de Venezuela en una gran parte del mundo. Uno de esos hombres fue nuestro Cesar Girón un héroe de nuestra historia contemporánea y aun con muy poco reconocimiento. Cesar Antonio Girón Díaz nacido el 13 de Junio de 1933, en Maracay, Estado Aragua, fue uno de 12 hermanos que bajos condiciones de precariedad y carencias trato de salir adelante, se desempeñando en múltiples ocupaciones llagando a ser incluso guía y cuidador de tumbas en el cementerio de Maracay, de muy niño fue atraído por la Fiesta Brava y siendo aun un muchacho de escuela, de donde se escapaba para irse a colear a la escuela de novilleros que funcionaba en la plaza de toros de Maracay, la cual hoy lleva su nombre, entre sus compañeros de escuela siempre fue considerado un soñador y travieso joven, el cual entre sus amigos fue motivo a veces hasta de burla, en contadas ocasiones discutía y decía a su compañeros de clase del República de México “ ya van a ver me van a hacer un paso doble” siendo esto uno de sus tantos sueños como futuro torero o matador de toros, cuatro fueron los paso dobles dedicados a Cesar como matador, eso da ya una visión de lo buen matador que fue, Muchos fueron los premios y trofeos ganados en su mediana trayectoria como matador de toros, fue sacado en hombres de las mas grandes y mejores plazas del mundo donde en muchas ocasiones solo torio como invitado pues sus calidad torera fue en muchos casos comparada con la del también grande del toreo Manolete. Al igual que Manolete y su “manoletina” Cesar también dio con su nombre uno de sus inmortales pases la “girondina”, cosas como esta son las que hoy muchos venezolanos desconocen y NO dan importancia, tal vez para muchos de nuestros hoy abuelos dejar la Fiesta Brava y dejar a Cesar en el olvido son la mayor perdida de nuestra historia reciente la cual muchos desean olvidar por la conveniencia de algunos que temen ser recordados por sus malas acciones y no por las grandeza que Cesar dio el toreo y a el país en aquellos años, cuando solo un hombre como él pudo brillar y dejar muy bien en alto el coraje, la valentía y las agallas con las que el hombre venezolano y la mujeres venezolanas pueden brillar y destacarse en momentos que su patria los convoca y cumplen dejando su huellas de triunfos y logros bien alcanzados en la historia. Cesar fue visto y visitado en sus jornadas taurinas por personajes que la historia tal vez olvido pero que aun para muchos son grandes y extraordinarios, personas como Pablo Piccaso, Ernest Hemingway, Orson Welles entre otros conocidos y renombrados Condes, Condesas, Duques y duquesas europeos además de grandes personajes del mundo Taurino que en aquel entonces fueron sus admiradores. Pero fue en aquella trágica tarde del 19 de Octubre de 1971 en la autopista regional del centro donde un accidente de transito y no un noble astado como muchos toreros preferirían morir que la fatalidad dio un duro golpe al diestro maestro, los relojes se detuvieron, su cuerpo muy maltrecho fue llevado al entonces Hospital Civil de Maracay, donde aun muchos jóvenes, recuerdan ver pasar la camilla que lo dirigía a la sala de emergencias donde tal vez su ultimas palabras serian “mis hijos” pues cuentan sus mas íntimos que no había un día en que el maestro nombrara a sus hijos, quizás por la distancia entre él y ellos, o tal vez como hijo de una gran familia sabia lo que estar sin padre significo. La capital maracayera sintió la perdida, en las calles solo se habla de su muerte el país entero se paralizo y un hondo sentimiento de luto embargo a toda la capital Aragüeña, era nuestro Cesar, era el matador, muchos fueron las manifestaciones de pesar y dolor. Es aquí donde la historia para muchos se vuelve aburrida y extemporánea, son muchos los venezolanos que NO tiene ni la menor idea de lo que significa y significo para muchos venezolanos contemporáneos de este tiempo la grandeza de ser matador de toros y la grandeza que represento Cesar Girón. Son ahora los desmemoriados y los defensores de animales, comedores de cadáveres a los cuales YO llamo comeflores, los que desean desaparecer de nuestra cultura la Fiesta Brava o los Toros coleados, esgrimiendo un supuesto maltrato a los animales, pero que ellos mismos NO tienen ni la menor idea de lo que significa la Fiesta Brava o la lidia llanera del toro, de lo que si estoy seguro es que muchos de ellos son habituales comedores de carne, es decir de cadáveres pues es imperiosamente necesario matarlos para después comerlos, y por favor NO insistan en llamar a la MUERTE de DIGNA, pues la misma NO tiene y nunca tendrá dignidad y sino preguntemos a las miles de personas que muren en Libia por los bombardeos y a los millones que morirán en África por culpa del hambre que azota a 5 países africanos. Tendremos pues que redefinir la palabra MUERTE, VIOLENCIA, ARTE y DEPORTE, pues son las bien llamadas artes marciales ¿un deporte o un arte de matar sin necesidad de armas? Tendremos que dejar de comer carne y dejar de usar el cuero para después dejar de matar a el ganado, a los que hoy defienden o protegen a los animales que irremediablemente tendremos que matar y destajar para después comerlos en una buena parrilla y en una suculenta hamburguesa doble carne. Es demasiado hipócrita defender e ir en contra de una expresión cultural que tiene muchos años tan solo por una moda o cliché y no reconocer los logros y alcances que la cría del toro bravo ha dado a la ganadera mundial, de la cual muchos países dependen para su economía y subsistencia, el llamado es pues a hacer un tanto o un poco de meditación y consecuente reflexión, acerca de este tema y si creemos que dejando de practicar la Fiesta Brava o el Coleo dejaremos de MATAR y seguir comiendo cadáveres de toros o vacas, dejaremos de ser violentos con ellos, simplemente seguiremos siendo unos cándidos, ingenuos e inocentes ilusos comeflores pues la muerte es necesaria en este mundo donde por razones culturales, históricas, geográficas, antropológicas y hasta religiosas somos comedores de carne (cadáveres). Lo importante es que despertemos a otras realidades que de verdad debemos mirar con profunda preocupación y tomar actitudes de mucha critica y reflexión. Pero no podemos abandonar ni desechar las lecciones que la historia nos ha dado sin aprender de ellas. La condición de revolucionario va mas allá de afirmar o negar situaciones históricas y contemporáneas, son las realidades cambiantes de la sociedad que en permanente dialéctica, la que en definitiva plantearan las acciones a tomar en determinados momentos, pensando siempre en el bienestar de las mayorías y no en el beneficio de una parcela o reducido grupo humano. Es decir no podemos asumir compromisos por las mezquinas caprichosas peticiones de algunos carismáticos autodenominados revolucionarios o defensores de los animales, despertemos pues a nuestra realidad y asumamos los verdaderos compromisos que la vida actual nos plantea, pero no podemos seguir perdiendo el tiempo con estas posiciones que en definitiva no son mas que una actitud hipócrita ante la vida y la muerte, como algo cotidiano y necesario, es hora de madurar y no dejarnos manipular por quienes pretenden desviarnos del camino de la revolución y de la verdad. Momentos de reflexión. http://www.youtube.com/watch?v=uz56OC3rv9k
lunes, 10 de octubre de 2011
Simplemente Cesar... a 40 años de su partida
En los años 50s y 60s cuando Venezuela no era conocida o reconocida sino por su petroleo y la belleza no era algo de lo cual poder hacer gala, salvo el destacado triunfo de la siempre bella y elegante Susana Duijm en el Miss Mundo de 1955, Venezuela era un país reconocido en gran parte de España, Francia, México y toda Iberoamerica. Y esto gracias a las proezas que un joven de piel oscura, de mediana estatura y de apariencia poco altiva sino mas bien humilde, con una figura mas bien delgada y de aparente debilidad, un joven del pueblo simple sencillo, pero con mucho valor y sobradas agallas, un joven que como muchos venezolanos de la época del 50 y los 60 a duras penas fue tras sus sueños y logro lo que muy pocos en tantos años jamas habían logrado. Venezuela en esos tiempos aun bajo la éjida gomecista y aun sin divisar un adelanto en lo deportivo o en lo político, tras los fallidos intentos de pertenecer al mundo democrático moderno, el país solo podía ofrecer los muy pocos espectáculos que en esos tiempos, brindaban sano esparcimiento y que a su vez otorgaban a los venezolanos un sentir de patria, gracias a esas acciones que muy pocos pudieron acometer para dejar en alto el nombre de Venezuela en una gran parte del mundo. Uno de esos hombres fue nuestro Cesar Girón un héroe de nuestra historia contemporánea y aun con muy poco reconocimiento. Cesar Antonio Girón Díaz nacido el 13 de Junio de 1933, en Maracay, Estado Aragua, fue uno de 12 hermanos que bajos condiciones de precariedad y carencias trato de salir adelante, se desempeñando en múltiples ocupaciones llagando a ser incluso guía y cuidador de tumbas en el cementerio de Maracay, de muy niño fue atraído por la Fiesta Brava y siendo aun un muchacho de escuela, de donde se escapaba para irse a colear a la escuela de novilleros que funcionaba en la plaza de toros de Maracay, la cual hoy lleva su nombre, entre sus compañeros de escuela siempre fue considerado un soñador y travieso joven, el cual entre sus amigos fue motivo a veces hasta de burla, en contadas ocasiones discutía y decía a su compañeros de clase del República de México “ ya van a ver me van a hacer un paso doble” siendo esto uno de sus tantos sueños como futuro torero o matador de toros, cuatro fueron los paso dobles dedicados a Cesar como matador, eso da ya una visión de lo buen matador que fue, Muchos fueron los premios y trofeos ganados en su mediana trayectoria como matador de toros, fue sacado en hombres de las mas grandes y mejores plazas del mundo donde en muchas ocasiones solo torio como invitado pues sus calidad torera fue en muchos casos comparada con la del también grande del toreo Manolete. Al igual que Manolete y su “manoletina” Cesar también dio con su nombre uno de sus inmortales pases la “girondina”, cosas como esta son las que hoy muchos venezolanos desconocen y NO dan importancia, tal vez para muchos de nuestros hoy abuelos dejar la Fiesta Brava y dejar a Cesar en el olvido son la mayor perdida de nuestra historia reciente la cual muchos desean olvidar por la conveniencia de algunos que temen ser recordados por sus malas acciones y no por las grandeza que Cesar dio el toreo y a el país en aquellos años, cuando solo un hombre como él pudo brillar y dejar muy bien en alto el coraje, la valentía y las agallas con las que el hombre venezolano y la mujeres venezolanas pueden brillar y destacarse en momentos que su patria los convoca y cumplen dejando su huellas de triunfos y logros bien alcanzados en la historia. Cesar fue visto y visitado en sus jornadas taurinas por personajes que la historia tal vez olvido pero que aun para muchos son grandes y extraordinarios, personas como Pablo Piccaso, Ernest Hemingway, Orson Welles entre otros conocidos y renombrados Condes, Condesas, Duques y duquesas europeos además de grandes personajes del mundo Taurino que en aquel entonces fueron sus admiradores. Pero fue en aquella trágica tarde del 19 de Octubre de 1971 en la autopista regional del centro donde un accidente de transito y no un noble astado como muchos toreros preferirían morir que la fatalidad dio un duro golpe al diestro maestro, los relojes se detuvieron, su cuerpo muy maltrecho fue llevado al entonces Hospital Civil de Maracay, donde aun muchos jóvenes, recuerdan ver pasar la camilla que lo dirigía a la sala de emergencias donde tal vez su ultimas palabras serian “mis hijos” pues cuentan sus mas íntimos que no había un día en que el maestro nombrara a sus hijos, quizás por la distancia entre él y ellos, o tal vez como hijo de una gran familia sabia lo que estar sin padre significo. La capital maracayera sintió la perdida, en las calles solo se habla de su muerte el país entero se paralizo y un hondo sentimiento de luto embargo a toda la capital Aragüeña, era nuestro Cesar, era el matador, muchos fueron las manifestaciones de pesar y dolor. Es aquí donde la historia para muchos se vuelve aburrida y extemporánea, son muchos los venezolanos que NO tiene ni la menor idea de lo que significa y significo para muchos venezolanos contemporáneos de este tiempo la grandeza de ser matador de toros y la grandeza que represento Cesar Girón. Son ahora los desmemoriados y los defensores de animales, comedores de cadáveres a los cuales YO llamo comeflores, los que desean desaparecer de nuestra cultura la Fiesta Brava o los Toros coleados, esgrimiendo un supuesto maltrato a los animales, pero que ellos mismos NO tienen ni la menor idea de lo que significa la Fiesta Brava o la lidia llanera del toro, de lo que si estoy seguro es que muchos de ellos son habituales comedores de carne, es decir de cadáveres pues es imperiosamente necesario matarlos para después comerlos, y por favor NO insistan en llamar a la MUERTE de DIGNA, pues la misma NO tiene y nunca tendrá dignidad y sino preguntemos a las miles de personas que muren en Libia por los bombardeos y a los millones que morirán en África por culpa del hambre que azota a 5 países africanos. Tendremos pues que redefinir la palabra MUERTE, VIOLENCIA, ARTE y DEPORTE, pues son las bien llamadas artes marciales ¿un deporte o un arte de matar sin necesidad de armas? Tendremos que dejar de comer carne y dejar de usar el cuero para después dejar de matar a el ganado, a los que hoy defienden o protegen a los animales que irremediablemente tendremos que matar y destajar para después comerlos en una buena parrilla y en una suculenta hamburguesa doble carne. Es demasiado hipócrita defender e ir en contra de una expresión cultural que tiene muchos años tan solo por una moda o cliché y no reconocer los logros y alcances que la cría del toro bravo ha dado a la ganadera mundial, de la cual muchos países dependen para su economía y subsistencia, el llamado es pues a hacer un tanto o un poco de meditación y consecuente reflexión, acerca de este tema y si creemos que dejando de practicar la Fiesta Brava o el Coleo dejaremos de MATAR y seguir comiendo cadáveres de toros o vacas, dejaremos de ser violentos con ellos, simplemente seguiremos siendo unos cándidos, ingenuos e inocentes ilusos comeflores pues la muerte es necesaria en este mundo donde por razones culturales, históricas, geográficas, antropológicas y hasta religiosas somos comedores de carne (cadáveres). Lo importante es que despertemos a otras realidades que de verdad debemos mirar con profunda preocupación y tomar actitudes de mucha critica y reflexión. Pero no podemos abandonar ni desechar las lecciones que la historia nos ha dado sin aprender de ellas. La condición de revolucionario va mas allá de afirmar o negar situaciones históricas y contemporáneas, son las realidades cambiantes de la sociedad que en permanente dialéctica, la que en definitiva plantearan las acciones a tomar en determinados momentos, pensando siempre en el bienestar de las mayorías y no en el beneficio de una parcela o reducido grupo humano. Es decir no podemos asumir compromisos por las mezquinas caprichosas peticiones de algunos carismáticos autodenominados revolucionarios o defensores de los animales, despertemos pues a nuestra realidad y asumamos los verdaderos compromisos que la vida actual nos plantea, pero no podemos seguir perdiendo el tiempo con estas posiciones que en definitiva no son mas que una actitud hipócrita ante la vida y la muerte, como algo cotidiano y necesario, es hora de madurar y no dejarnos manipular por quienes pretenden desviarnos del camino de la revolución y de la verdad. Momentos de reflexión. http://www.youtube.com/watch?v=uz56OC3rv9k
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